Lo que las personas buscan es el resultado, la sensación o el sentimiento que tu producto promete; quieren lo que tu producto hará por ellos, quieren cómo es que tu producto les hara sentirse.
Si tu producto o servicio es capaz de aportar a alguien un sentimiento de pertenencia, de relación con los demás, de paz mental, de estatus o cualquiera de sus emociones más deseadas, habrás hecho algo que merece la pena divulgar.
Lo que vendes no es más que un camino para conseguir esas emociones. Si te centras en la promoción directa del producto, con ofertas, descuentos; si te dedicas a destacar las características o bondades, lo único que provocarás es que te ignoren.
Lo que debes haces es cuestionarte lo siguiente: ¿para quién es esto? y ¿para qué es esto? Y descibrir cuales son las emociones que están relacionadas a esas preguntas y crear tu mensaje desde ahí.
Desarrollamos software, sitios web y apps con la más avanzada tecnología